domingo, 25 de mayo de 2008

El sentido común

En los últimos días parte de mi trabajo (del que proporciona el sustento a mi familia, no mis fotos) ha sido objeto de comentarios jocosos en prensa, radio y hasta televisión. Riesgos del oficio. Aunque tal vez lo más lamentable haya sido la escasísima originalidad de los "chistes" publicados, porque tras leer cualquiera de los artículos, los demás parecían una pura reordenación de las mismas gracietas.
De todo este embrollo, realmente lo que másme interesa comentar no son ni la monotonía de la "ironía", ni el hecho de que, como comentaba con V., periodista, el humor haya pasado de ser, en los negros tiempos de la censura, un atajo entre la realidad y la inteligencia, para transformarse, en epoca de libertad de expresión, un atajo entre la realidad y la estupidez.
No me interesa la anécdota, sino la categoría y, concretamente, la categoría que, al parecer, he transgredido clamorosamentre: el sentido común.
No es la primera vez que hablo críticamente de este extraño concepto que la Real academia define como:
"Modo de pensar y proceder tal como lo haría la generalidad de las personas."
Obviamente, o bien esta definición es incompleta y omite "en una sociedad determinada", o quien concrete ese "sentido común" merece el Premio Nóbel pues habría descifrado finalmente el funcionamiento biológico innato del cerebro humano.
En términos antropológicos, el sentido común no es más que una parte del universo simbólico propio de una cultura de una sociedad dada. O, en términos de la sociedad actual, los sentidos comunes son parte de cada uno de los universos simbólicos propios de los diferentes grupos étnicos, sociales, educativos, etc en que se estratifica del multiverso cultural de una sociedad dada.
Y, por ejemplo, el sentido común indica a la mayoría de las personas en determinadas sociedades que el sol gira alrededor de la tierra, o hace que todavía hoy en nuestra sociedad se piense que los sentimientos residen en el corazón, o que haga pensar en las sociedades herederas del movimiento romántico que las personas se casan por amor, mientras en otras sociedades el sentido común indica que las personas se casan con quienes sus padres han determinado desde el momento de su nacimiento.
En definitiva, el sentido común es una cristalización de los prejuicios propios de cada grupo cultural.
Bourdieu, uno de mis antropólogos de cabecera, dedica todo un libro precisamente al "sentido común", identificado como uno de los obstáculos principales que se oponen a la investigación y al conocimiento: "la ilusión del saber inmediato". Y, precisamente, para llegar al verdadero conocimiento hay que trascender ese sentido común, efectuar un proceso de extrañamiento, un cuestionamiento de esas creencias, "prenociones", que impiden el paso de la ilusión del saber inmediato al saber, al conocimiento.
Cuando un planteamiento tiene como objeción única o fundamental la transgresión del sentido común, se objeta la aproximación a un objeto de estudio de manera epistemológicamente despojada de esa cristalización de prejuicios culturales, se trata, en definitiva, de pedir a quien plantea que vuelva al redil de lo ilusorio, que no cuestione la reproducción cultural del grupo social y acepte contribuir al mantenimiento del "estado natural de las cosas"
Poco pueden imaginar quienes utilizan el sentido común para cuestionarme que, al margen de la efectividad que pueda tener su argumento para manipular la percepción de los lectores, personalmente me siento halagado.
Porque, aunque en mi acción de extrañamiento pueda no haber alcanzado realmente una conclusión correcta, lo que resulta indudable es que sí he conseguido realizar esa labor previa de extrañamiento, de liberación de la "ilusión del saber inmediato" que impide alcanzar una comprensión más profunda de la realidad.
Así pues, gracias a todos los que han escrito, radiado, televisado, comentado... que mis planteamientos van contra el sentido común.

lunes, 5 de mayo de 2008

El hormiguero global

Lo comentaba hace tiempo con no recuerdo quien. Es lo malo de tener problemas de memoria y de hablar con más de una persona de esas ideas más o menos absurdas que me llenan la cabeza. Lo bueno es que, como seguramente mi entonces oyente tiene escasas posibilidades de ser mi hoy lector, puedo escribir sin que a nadie le resulte repetitivo.

El ser humano es una hormiga narcisista. Y el ser humano, en la era de la globalización, es una hormiga narcisista que niega la realidad.

Esto, en realidad, parece convertir a las hormigas en seres más sabios que los seres humanos, si no fuera porque la hormiga sencillamente no tiene la capacidad biológica para individualizarse psicológicamente. Es lo que denomino "egolución de las especies", o el incremento de la capacidad para la conciencia del ego según las especies adquieren complejidad estructural y etológica.

Desgraciadamente, no parece haberse producido un proceso igual de avanzado de "otrolución de las especies". Pero eso es asnto de otra entrada.

En el hormiguero global, el ser humano vive sobre la ilusión de disponer de control sobre las decisiones fundamentales de su vida, de tener una individualidad que tiene sus repercusiones sobre su propia vida y sobre la de las demás personas.

Y, en el fondo, cuando llega el momento en que realmente debemos ejercer esa capacidad de control de la que presumimos en algo que se salga fuera de las "decisiones del mercado", cuando dejamos a un lado márketing, anuncions, imposiciones sociales, estándares de vida y debemos decidir, no el color de la pared, sino qué hacemos realmente con nuestra vida, entonces es cuando descubrimos que carecemos de control, que tenemos responsabilidades, que estamos atados, que la hipoteca te fuerza ha hacer horas extras...

Estamos en el hormiguero global. Y ni l@s hormig@s rein@s son más que hormig@s más gord@s obligados a poner huevos sin parar para que siga funcionando el hormiguero.

Y un día algun@s toman/tomamos conciencia de que no somos más que hormigas cumpliendo su papel dentro del sistema, que no tenemos opciones, que carecemos de control sobre los más mínimos y nimios aspectos de nuestras vidas.

Y, o nos resignamos a ser hormiguitas en el hormiguero global, o, si no lo soportamos, entramos en el ciclo de médicos, dolencias, pastillas, remedios.

O en la vía alternativa de sectas, subsectas grupúsculos, horóscopos, cábalas, numerologías que recreen la ilusión del individuo elegido para la eternidad.

Después de todo, la esencia de las religiones es aproximadamente esa: prometer una vida de hormiga en la tierra para llevar en el "cielo" una existencia humana (el jardín de Alá, o el Wallhalla) o una cuasi inexistencia estética o estática (el Cielo católico, el Nirvana) que nos humanice en una individualidad colectivizada.

En fin, que cuando uno es consciente de la total carencia de control, de la más absoluta falta de libertad (parabolic freedom cantaba ¿Muguruza?), de esa libertad que no se tenga que pagar con dinero y nos posibilite elegir entre lo que existe en el mercado, abre un blog, monta una web con sus galerías fotográficas y procura no olvidarse de tomar sus raciones diarias de "soma", que no te dan más libertad, pero te hacen más llevadero el dogal y las anteojeras.

viernes, 2 de mayo de 2008

Objetivos (y nuevas fotos)

En la vida hay muchas cosas que suelen ser previsibles. Como, por ejemplo, que nos olvidemos de lo evidente.

Ayer, 1º de Mayo, Día del Trabajo, fiesta... Uno agarra la mochila con el material fotográfico, sale a la calle a disfrutar de un jueves festivo, olvidando, claro, que es un festivo especial. Hace unas fotos por aquí, otras por allá y, de repente, se encuentra metido dentro de la manifestación del día del trabajo con la cámara preparada para un rango focal equivalente 280/1200. Vamos, lo ideal para tomar unas fotos de la manifestación. Y no se va a poner uno a cambiar objetivos en plena manifa...

Así que, al márgen de alguna foto puramente testimonial de grupos más o menos amorfos, uno, que es inasequible al desaliento, pues decide tomar ventaja para experimentar qué se puede hacer con ese rango focal en una manifestación, "afortunadamente" no muy multitudinaria y no muy cohesionada.

El resultado en la Web que, por cierto, he arreglado y ordenado un poquito moviendo cada foto de las últimas sesiones (que figuraban por fecha) a su categoría correspondiente, y he creado un par de nuevas categorías, incluyendo "ceres", una especie de estudio sobre una imágen de la diosa ubicada en la cafeteria del Círculo Mercantil.

Para hacer más fácil encontrar las novedades (en casi todas las categorias) en aquellas que contienen muchas fotos han sido ordenadas en orden cronológico inverso (primero las más recientes).

martes, 29 de abril de 2008

Distancias focales

Supongo que esta entrada es una obviedad, pero, por otra parte, estoy "leyendo" el libdro de Michael Freeman "El ojo del fotógrafo", dedicado especialmente al encuadre en fotografía digital. Un libro que parece tambien tratar de obviedades, pero que supone un fundamento teórico y una explicación de por qué hacemos lo que hacemos, aunque lo vengamos haciendo sin tener esa base teórica.

Yo debo reconocer que buena parte de mi formación fotográfica no procede del mundo de la fotografía, sino del análisis de cine clásico que se hacía en mi adolescencia en el cineforum que organizaba el Ayuntamiento de Salamanca. Película semanal que se desmenuzaba casi plano por plano después de vista.

La primera vez que oí hablar de profundidad de campo, lo recuerdo perfectamente, fue en el análisis de Ciudadano Kane, una película de la que recuerdo infinidad de imágenes y secuencias enteras, aunque muchos de los diálogos los haya olvidado. Casi al principio de la película, mientras la madre de Kane pacta con el banquero las condiciones de la tutela del niño y la administración de la fortuna inesperadamente heredada, a través de una ventana se ve a Kane, niño, jugando con su trineo. En enlace entre principio y final, entre la última palabra de Kane, Rosebud, la última imagen (un trineo con la palabra Rosebud y el dibujo de una rosa ardiendo en una caldera) y una profundidad de campo que explica, o que sugiere, la solución a ese misterio que constituye el Thriller de la película.

También fue analizando Ciudadano Kane como me enteré del efecto que tiene una foto (un plano) contrapicado en conjunción con otra novedad de Welles:los techos del primer decorado de interiores con techos de la historia de Hollywood.

Pero, a lo que iba y siguiendo con Orson Welles, y, no lo olvidemos ni omitamos, con Gregg Toland, director de fotografía de la película, recuerdo especialmente una secuencia que es toda una lección de fotografía, aunque sea fotografía en movimiento, El mitín en el que Kane promete que su primera acción como gobernador será investigar y encarcelar al gobernador Jim Gettish...

Iniciamos con un plano picado y una distancia focal corta, que transmite una imagen de inferioridad del candidato Kane. Conforme se desarrolla su discurso va reduciendo la distancia focal, abarcando también al público asistente, y, de paso, va reduciéndose, al mantener centrada la imagen del candidato, el picado, la posición de superioridad del "observador" sobre el protagonista de la escena, para terminar aumentando nuevamente la distancia focal pero para ofrecernos un plano contrapicado cercano de quien, ahora, terminado el acto electoral, es una especie de gigante, un candidato ganador a punto de perecer electoralmente de forma inesperada por su propio orgullo, por el chantaje del candidato aparentemente vencido y el escándalo sexual.

En esta secuencia hay toda una clase práctica de fotografía que yo, al día de hoy no he olvidado y que tiene consecuencias prácticas en mis fotos.

En concreto, y volviendo a la circunstancia, a la "lectura" de Freeman, no me cabe duda de que el libro, cuando lo termine, me será de utilidad. La teoría nunca sobra. Pero tengo la impresión de que, por el 25% de libro que llevo más o menos, hay más enseñanza práctica en esa secuencia de Ciudadano Kane, que en el libro de Freeman. Aunque éste último me servirá, sin duda, para argumentar mejor por qué una determinada foto está tomada como está tomada y no de otra manera.

Por ejemplo, por qué la última foto de la sesión de 27 de abril, las farolas y los rostros de la fachada del edificio del antiguo Casino de Zamora están tomados con una distancia focal de 250 mm equivalentes cuando podía haber obtado por una imagen mucho menos contrapicada si hubiera optado por la distancia focal de 1.200 mm (lo que no me hubiera obligado siquiera a cambiar el objetivo). Porque busqué la colocación respeto al objeto fotografiado que me ofrecía la alineación de "marco" y líneas (farolas y rostros) que buscaba, y, a partir de la determinación de las líneas, fijé la distancia focal que encuadraba totalmente la realidad que quería dejar recogida en la fotografía (esto último, de la manía de Eismann, Dugan y Grey en "Fotografía Digital", de que "cada pixel cuenta").

Cuando termine con Freeman, podré explicar todo esto diciendo que es que las líneas responden a determinado tipo de tensión o distensión estética.

De momento, lo cierto es que, aplicando lo que Welles y Toland (y los responsables del cineforum) me enseñaron, combiné posición y distancia focal para crear (o reflejar o lo que se quiera) un efecto estético que intuitivamente me pareció interesante.

Como he dicho en otra entrada, utilicé "la mirada de Néstor" y las enseñanzas prácticas de viejos maestros de la imagen (aunque sea imagen en movimiento).

lunes, 28 de abril de 2008

Nuevas fotos en las galerías

Este fin de semana pasado volví a salir con la cámara.

¿Vuelvo a citar a Cypruss Hill? No hace falta.

Cuando uno revisa los libros de los grandes fotógrafos se da cuenta de que para llegar donde ellos llegan hace falta manejar muuuucho dinero. Porque o se lo gasta uno en modelos, o se dedica a viajar de acá para allá buscando imágenes.

Puede hacerse con un poco menos de pasta, si uno vive en París, New York, Tokio sitios lo suficientemente grandes como para encontrar constantemente nuevos temas, nuevas imágenes, nuevos motivos.

Pero salir por una ciudad del tamaño de Zamora una semana tras otra y encontrar imágenes nuevas puede resultar agotador. Salvo que uno se pase la vida mirando a su alrededor e imaginando cómo podría quedar determinada realidad en determinadas condiciones...

Y, ya de puestos, combine longitudes focales, experimente con el detalle, cambie del color al blanco y negro (llevo unos días que me apetece estéticamente el B&W)

No es que yo me considere un "gran fotógrafo", ni aspire a ello. Es que cuando uno ve los premios de los concursos más modestos tiene la impresión de que se premian, no las mejores fotos, sino las vacaciones más exóticas.

En cualquier caso, el domingo me hice unos diez kilómetros por Zamora buscando imágenes, y el resultado está en la web.

Contradicciones

Lo bueno de escribir un blog que uno está convencido de que nadie lee es que puede contradecirse abiertamente sin que nadie se lo eche en cara. Lo malo... que uno no deja de pensar que en el fondo es absurdo escribir cuando no es un acto de comunicación. Pero... frente a la comunicación literaria que presupone un acto deliberado de creación de un objeto para su recreación por un grupo más o menos numeroso de lectores-recreadores, frente a la creación artística que está incompleta sin su recreación por el receptor complice, un blog no necesita para vivir más lector que uno mismo.

Y, a veces, ni eso. Basta que uno tenga un ratito que emplear en poner juntas cuatro palabras que puede que no vuelva a leer.

Si uno quisiera que lo leyeran escribiría un libro, una carta, un manifiesto, un pasquín, un libelo...

Pues, como decía, lo bueno es que si mi ultima entrada decía que la organización económica y social matan al año más personas que el tabaco, la contaminación... hoy me apetece escribir que LA DESORGANIZACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA MATA MÁS GENTE QUE LA ORGANIZACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA, EL TABACO, LA CONTAMINACIÓN...

¿Contradicción?

Puede ser, salvo que la afirmación de la entrada anterior se interprete como "esta organización social" y la de hoy como "cualquier organización social", claro.

Me apetecía decirlo, aunque suene contradictorio, porque hay veces que uno dice las cosas en un contexto en el que parece que dice lo que no dice o que lo que dice no es lo que queria decir.

Por cierto, y para evitar suspicacias, recojo el contenido de una pintada de la valla del colegio de Néstor: "Anarquía es orden sin autoridad", lo que se puede resumir en que "incluso" los anarquistas tienen un modelo de organización social y económica. Y quien lo dude, que lea a Diego Abad de Santillán, por citar a algún español.

jueves, 24 de abril de 2008

La venganza india

Mientras esperaba por una consulta médica, tarea para la que siempre procuro llevarme un libro por si acaso, he leido en "El economista camuflado" de Tim Harford, un dato que me ha llamado la atención. Según parece, la inhalación del humo de los coches produce anualmente en el Reino Unido unas 7.000 muertes. No porque la gente se suicide encerrándose en el garaje y dejando el motor en marcha, sino como "conductores pasivos". Una tasa, nos dice, de poco mas de 1 por 10.000 habitantes. A grosso modo, calculo que se correspondería a unos 116 muertos por millón de habitantes.

Se me ha ocurrido buscar el dato sobre un número de fumadores pasivos muertos por año que resultara homogéneo y comparable y, aparte de estudios que hablan de los efectos teóricos del humo sobre los no fumadores, encuentro sólo un dato, sin fuente estadística, que abre una horquilla de entre 147 y 251 muertos por millón.

Ojo con lo que sigue. No quiero que se malinterprete como publicidad o defensa del tabaquismo y del derecho a ahumar a los demás (salmones y otros seres vivos puestos milagrosamente en la naturaleza para ser muertos y ahumados por los seres humanos excluidos, claro).

Porque a continuación me he preguntado si se han hecho estudios sobre mortalidad de fumadores pasivos que vivan en zonas no contaminadas frente a personas que vivan en zonas contaminadas y no inhalen humo del tabaco de sus convecinos. Algo que podría ayudar a aislar causas y efectos. Y no he encontrado ningún dato de ese estilo.

En general, todos los estudios realizados sobre fumadores pasivos se centran en sujetos que viven en zonas en las que es fácil acceder a ellos para estudiarlos. O sea, en zonas normalmente contaminadas. Y, obviamente, todos los sujetos estudiados con respecto a la contaminación viven igualmente en zonas contaminadas y en las que es prácticamente imposible vivir sin que inhalen de alguna forma el humo que otros exhalamos. Lo que, entre otras cosas viene a significar que según el objeto de estudio (tabaco o contaminación) una misma muerte prematura puede atribuirse a la condición de fumador pasivo o a la de conductor pasivo... Lo que no es contradictorio porque, sencillamente, LA CONTAMINACIÖN MATA. Y el humo del tabaco es parte de esa contaminación ambiental que mata.

Aunque la cuestión podría ser por qué ese empeño en perseguir a los fumadores activos y no a los contaminadores activos, por qué toleramos y potenciamos una sociedad basada en el individualismo del transporte individual emisor de partículas, las emisiones de tóxicos a la atmósfera por fábricas, calefacciones, etc.

Y, claro, aparte de las eternas ventajas de encontrar y señalar a los culpables de 7.000 muertos anuales en UK, en lugar de buscar a los responsables de "entre 10 y 30 millones de personas, según estimaciones de la ONU" que mueren al año por hambre en el mundo (frente a 3 millones de muertes por año de fumadores activos y pasivos), cuando nos han encontrado y señalado es mucho más fácil el establecimiento de impuestos indirectos cuya desaparición sumiría a los Estados occidentales en la bancarrota, o reducir los gastos médicos para la investigación y tratamiento de determinadas enfermedades porque, "el enfermo es culpable".

Señalar a los conductores, limitar la disponibilidad de automóviles particulares, elevar el precio de los coches en la misma proporción que el de la cajetilla de tabaco, imponer medidas severas a las empresas... Todo eso tiene un coste en bienestar económico, en desarrollo, en consumo en una sociedad que se alimenta echando al fuego productos de alta o baja tecnología en plena vida útil para sustituirlos por la última virguería tecnológica (que no sabemos, por supuesto, aprovechar en mayor proporción de lo que aprovechamos nuestro propio cerebro), o por el último diseño o el color de moda.

No quiero, por supuesto, descubrir yo las causas de los grandes males del mundo, ni señalar que los pobres mueren de hambre "eficientemente" porque "no están dispuestos a pagar" lo que costaría alimentarlos, y otros consumen como perecederos los bienes duraderos "eficientemente"
porque están dispuestos a pagar lo que cuesta mantener su destructivo ritmo de vida.

Lo que me molesta es que se demonice al fumador activo por los efectos de su comportamiento "ineficiente" (si no se sobrecargaran de impuestos las labores del tabaco probablemente muchos fumadores pasivos serían fumadores activos, porque estarían dispuestos a pagar el precio real del tabaco), y se beatifique el comportamiento "eficiente" de quien cambia de portatil cada seis meses para estar al día, y se gasta en pijería de tecnocateto cantidades que anualmente podrían evitar un número incalculable de muertes por desnutrición.

Me apunto al concepto de eficiencia de Julie Nelson: "minimización del derroche" o, lo que es lo mismo, no al consumo innecesario mientras no estén cubiertas las necesidades básicas de la sociedad. Y, en un mundo global, el concepto de eficiencia debe ser global. Mientras en este mundo se gaste en lujos, en pijerías, en cambiar de modelo cada año porque el anterior pasó de moda... y al mismo tiempo mueran de desnutrición entre 10 y 30 millones de personas anuales, este mundo no sólo es injusto, sino radicalmente ineficiente, por lo menos hablando en una escala humana, y no en la abstracción de la derivada de la función R para el valor y.

Y, me temo, eso no se soluciona, aunque se esconda, señalando a los fumadores activos y convirtiéndonos en los nuevos hombres del saco de este mundo.

El tabaco puede matar. El humo de los coches puede matar. La contaminación industrial puede matar. LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL MATA TODOS LOS AÑOS A MÁS PERSONAS QUE EL TABACO, LOS COCHES O EL HUMO DE LAS FÁBRICAS.

¿Cuando piensan aprobar una Ley que detecte y señale las causas, no las personas, las causas, de tanta muerte prematura?

miércoles, 23 de abril de 2008

So you wanna be a rap superstar

Recuerdos de otros tiempos. El Toyota Four Runner de UN, el cd a toda pastilla, Cyprus Hill, y Vlad y yo, y después Emmanuel, disfrutando y celebrando las gracias de las letras... Y, entre todas, hoy traigo el "recitativo" (y permítaseme traspasar el término operístico a otro tipo de música que algún día ´podría llegar a ser también "clásica") de Eminem (artista "invitado") al principio de "Rap Superstar":

"Most people dont see how much work is really involved in this rap shit. I didnt know it. I didnt see it. I never saw it until I was actually in it."

Pues hoy he salido otra vez, por primera vez en semanas, con la mochila, la cámara, los objetivos, por Zamora. Prometo añadir alguna foto a las galerias en los próximos días perooooo... Most people don't see how much work is really involved in this RAW pics shit.

Por cierto que he dedicado la sesión entera a experimentar con el objetivo 70/300 y el duplicador, alargando las distancias focales equivalentes de un mínimo de 280 mm a un máximo de 1.200 mm. En fotografía analógica, el equivalente a llevar pegado a la cámara un objetivo de casi metro y medio de largo (o un metro y 20 cm de distancia entre elementos ópticos).

Veremos, después de "revelar" los RAW, de ajustar en el photoshop y revisar todo el trabajo qué resultado obtenemos en los tiff (y en los jpg para la galería fotográfica) y cuántos de los 70 disparos de hoy pasan a las galerías.


P.S.: Reconozco que los resultados mejorarían mucho si hubiera usado un trípode, pero eso sería darle demasiada ventaja a la cámara y resultaría poco deportivo :D:D:D

martes, 22 de abril de 2008

La Reina Juana esta hilando

Es curiosa la historia de las "nacionalidades", "naciones", "regiones", comarcas, contornas o alfoces. Cuando un grupo territorial busca construir o reivindicar una "conciencia del pueblo" recurre a las derrotas históricas que han llevado a que el grupo humano, hace 20 años o en el pleistoceno, se integrase en un grupo de carácter superior.

Aquí, en Castilla Y León (denominación oficial e imprescindible en la provincia de León), o castillaleón, normal en el lenguaje corriente del resto de la comunidad, en los años setenta los políticos se vieron en el papelón de construir una identidad de castellanos y leoneses (castellanoleoneses en román paladino) para unos ciudadanos que e consideraban, sin más, españoles y que habían, habíamos, aprendido en el colegio un mapa regional (sin trascendencia administrativa) según el cual León, Zamora y Salamanca erán la región leonesa, etc.

Crear una identidad para una comunidad autónoma de restos (Castilla la Vieja sin Santander ni Logroño y la región leonesa) no resultó, y sigue sin resultar, nada fácil. Si en Segovia se ha apagado el afán de autonomía uniprovincial de los primeros días, alentado por el ejemplo de La Rioja, Cantabria o Murcia, en León la Unión del Pueblo Leones obtiene en las elecciones porcentajes que rondan el 20% de los votos y tiene la llave de varios ayuntamientos leoneses.

Y para crear esa identidad, los que ya vamos para mayores, recordamos como la izquierda de aquí, entonces más izquierda que ahora, convocaba todos los años sus actos eivindicativos en Villalar, e incluso como los primeros gobiernos autonómicos del PP convocaban las celebraciones oficiales itinerantes en diferentes capitales y la izquierda se reunía en Villalar de los Comuneros para la celebración identitaria, en una pugna entre la construcción de una comunidad política y la construcción de una simple emarcación administrativa.

Lo gracioso es que Villalar, 23 de abril, es el lugar de la derrota de la última revuelta nobiliaria de la corona de Castilla contra los poderes que iba adquiriendo la monarquía moderna (en términos históricos), la derrota de Castilla la Vieja, León, Extremadura, Castilla la Nueva, Galicia, etc contra la imposición de un rey que, siendo hijo de la "Reina Juana" apodada "la loca", había sido educado en tierra extraña y ni siquiera, según parece, hablaba el idioma de sus nuevos súbditos. Entre nuestros "héroes comuneros" que intentaron mantener la Corona de Castilla en plena edad media, figura incluso a a menudo olvidada granadina María Pacheco.

Una historia curiosa porque, frente a la rebelión de la Corona de Castilla, la Comunidad "histórica" del País Vasco se mantuvo, junto con Cantabria, fiel a quien consideraron legítimo rey de esa Castilla de la que no dudaban formar parte.

Hoy, 23 de abril, fiesta de Castilla y León (castillaleón), ya ni existe reivindicación ni pretensión de construcción identitaria alguna, ni división sobre Villalar donde, si no fuera por el tiempo reinante, por la lluvia de abril (aguas mil y todas caben en un barril), lo que se celebraría serían tranquilas comidas campestres y la ofrenda floral al monumento de los Comuneros de Castilla, en el que, por supuesto, supongo que la granadina María Pacheco no aparecerá, porque los héroes de las grandes derrotas son siempre hombres, esos "caídos" por la causa "nacional" con los que debe identificarse el pueblo han de estar dotados de todas las virtudes patrióticas que, por esencia y por el diccionario de la Real Academia, son esencialmente masculinas (clave: buscar en el DRAE "hombre" y, concretamente "todo un hombre", buscar "mujer" y "toda una mujer", compárense los resultados).

Y como uno va para mayor y ha vivido construcciones y deconstruciones de patrias, pueblos, identidades... pues va tendiendo a ser filosóficamente apátria, porque la coherencia personal no llega a renunciar a los beneficios de mi pasaporte, entre los que entra la posibilidad de ganar las lentejas sin vender la progenitura, mediante mi puesto de funcionario, para el que es requisito imprescindible la nacionalidad.

viernes, 18 de abril de 2008

La mirada de Néstor

Se dice que Picasso dijo en alguna ocasión "Desde niño pintaba como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño". Frase que aparece con diversos literales en diferentes fuentes.

Yo no sé si la frase es auténtica o parte de las leyendas que rodean a todos los que son considerados comunmente como genios. A Newton, por ejemplo, no se le ocurrió la ley de la gravitación universal al caerle en la cabeza el fruto del manzano bajo el que pensaba o echaba la siesta. Es una "anécdota" que no aparece relatada en ninguna fuente contemporánea a Newton, sino de forma bastante tardía. Aunque, como todas las leyendas que reducen el genio del trabajo continuado humano y atribuyen parte de su mérito al azar, a la inspiración, a los dioses o a cualquier otra ficción consoladora, tuvo un éxito inmediato y tan grande que aún hoy se enseña en las escuelas.

Aunque la intuición, o la experiencia, me dice que cuando a Newton o a cualquier otro le cae una manzana en la cabeza al dormitar bajo un manzano lo que se le suele ocurrir es la ley de la precaución universal, y su primer corolario: "no duermas debajo de un cocotero cargado de cocos maduros", la instrucción y la experiencia me permiten atribuir una cierta credibilidad a la frase atribuida a Picasso. No en vano, existen numerosos "savants" que a los tres años dibujan como maestros consumados, y existen estudios neurológicos que indican que determinadas diferencias en la estructura cerebral (permítaseme no hablar de alteraciones o deficiencias) producen capacidades creativas muy notables.

En cualquier caso, sea o no cierta la frase, viene a esta entrada títulada "la mirada de Néstor" porque hoy quiero reconocer el mérito de Néstor en bastantes de las fotos que aparecen en mis galerías fotográficas.

Durante un par de años, Néstor (desde los 6 a los 9 años) y yo hemos salido juntos por Zamora cada uno con su cámara de fotos. Durante un par de años he comparado la realidad que Néstor retrataba, libre de prejuicios y formación en estética fotográfica, con la realidad que yo mismo, cargado de imágenes, fotos, ideas estéticas, etc., recogía en las mías. Y, durante un par de años, he ido comprobando cómo los resultados que obtenía Néstor resultaban, en muchas ocasiones, muy interesantes, en algunas, más interesantes que las fotografías cargadas de prejuicios que yo mismo hacía.

Yo no puedo decir que de niño fotografiase como Sebastiao Salgado. Puedo decir que con 20 años hacía fotos estétiamente interesantes, y hasta me buscaba los truquillos para hacer más interesante (en términos estéticos convencionales) de lo que serían en realidad.

Tampoco puedo decir que ahora he conseguido fotografiar como un niño. De hecho, no creo que al final de su vida Picasso dibujase como un niño, sino que era capaz de dibujar los objetos de una forma racionalmente infantil, en dibujos intelectualmente adultos.

Lo que sí puedo decir es que salir a hacer fotos con Néstor me ha servido para romper prejuicios y aprender a mirar de una forma nueva, a fotografiar lo que antes, con mirada de adulto, veía pero no observaba. Me ha enseñado que puede merecer la pena hacer una fotografía sólo porque algo en concreto te ha llamado la atención, sin hacer valoraciones estéticas apriorísticas.

EL resultado... A unos gustará y a otros no.

Los detalles caleidoscópicos de la cristalera del mercado de Zamora, que de momento no he encontrado nadie a quien no gusten, deben su existencia a esa forma de mirar que Néstor me ha enseñado. Como la fascinación por los efectos estéticos del chorro de agua en un vaso en el fregadero de la cocina de casa.

Quienes disfruten de esas fotos "extrañas", que piensen que detrás de esos resultados estéticos está la mirada de Néstor.

miércoles, 16 de abril de 2008

Guerrilla radio

Antes de que me olvide, lo que últimamente me ocurre con frecuencia, ayer utilicé el título de la canción de Green Day porque cuando uno se encuentra con esa falta de tiempo para hacer todo lo que le gustaría, parece que, al menos a mí, le entra la modorra y se plantea la posibilidad de echarse a dormir un par de meses y despertarse descansado y lleno de fuerzas cuando la ola de tareas haya pasado. Cuando uno se siente surfeando un tsunami tiene la tentación de dejar la tabla, buscar un refugio seguro y quedarse quietecito hasta que el peligro haya pasado.

Hoy, con los mismos problemas de tiempo y hasta algún compromiso incumplido, no sólo conmigo mismo, sino tamibién con otros, titulo con la canción de Rage Against the Machine. No poque crea que podemos comenzar la batalla de Los Ángeles, ni plantear una revolución política o social.

Con la edad, o tal vez por estar en esa edad en la que uno debe optar entre adaptarse a un mundo que sólo piadosamente podemos llamar "imperfecto", mantenerse como un bicho raro con una extraña inadaptación social tolerable o coger los pinceles y los óleos y pegar el salto a alguna isla vírgen, si es que queda alguna en el mundo, como Gauguin, uno se va dando cuenta (o se va desencantando) de que las masas están esencialmente en las fábricas de pan, y que "la diferencia está en la masa" es un buen eslogan para una cadena de franquicias de pizzas. Pero las revoluciones ni las harán ni las han hecho nunca las Masas.

Malaparte, en su "técnica del golpe de Estado" analizaba la táctica novedosa de la revolución bolchevique y descubría lo que el mito encubre: la revolución la hicieron unas escasas decenas de personas bien instruidas y con los objetivos operatios perfectamente diseñados. El pobre Einsenstein tuvo que rodar una película que reflejara una historia oficial,lo que le dió por cierto la oportunidad artística de rodar esas magníficas imágenes de masas en movimiento perfectamente coordinado. Evtuchenko recreó el mito en aquel emotivo poema de la maestra que deja a un lado la cartilla de palau (es un decir) para enseñar a leer a los soldados con la frase "Nosotros no somos esclavos". Claro que si uno lee "la guadia blanca" de Bulgakov, percibe una imagen diferente. O si lee a Maiakovski, cuya coherencia artística terminó en una carta de despedida y un suicidio que no pueden desligarse de su literatura.

Terrible visión profética la de Maiakovski en "la chinche". No podía imaginar hasta qué punto reflejaba la realidad futura de sociedades ajenas a la soviética. No creo que pensase jamás que esa preparación de las asambleas, de las sesiones de los soviets, con la revisión de las máquinas de votar dispuestas a levantar la mano del asentimiento al pulsar el lider el botón correspondiente, se pudiera parecer tanto a estas democracias de partidos, en las que los diputados giran la llave y votan conforme a las instrucciones recibidas del lider o del portavoz del grupo.

El lunes me contuve y no introduje la esperable entrada sobre el 14 de abril. No estaba de ánimo o no me pareció el momento, ni me pareció, en ese momento, importante.

Hoy, mi Guerrilla Radio emite el mensaje: Da lo mismo tener un rey que hereda su cargo por un supuesto derecho de sangre que un partitócrata designado como candidato por los "barones", por los poderes fácticos que operan dentro de los diferentes partidos. Antes de preguntarme si quiero monarquía o república, ¡por favor, denme una democracia realmente participativa en la que el ciudadano sea realmente ciudadano!

Pero, como digo, estoy en esa edad del desengaño, y he llegado a la conclusión de que los gobiernos, los partidos, los parlamentos, las leyes no cambian la sociedad, aunque intenten controlarla o someterla. Es el cambio en la sociedad la que puede cambiar leyes, parlamentos, partidos o gobiernos. Y los cambios sociales son procesos lentos y acumulativos de cambios individuales.

Si queremos cambiar el estado de cosas, si queremos cambiar las leyes, los gobiernos, los imperativos culturales y sociales, tenemos que comenzar cambiando nuestras propias formas de pensar y tenemos que actuar coherentemente con ellas. Tenemos, en definitiva, que aceptar un cierto nivel de inadaptación social, ser los raros, los excéntricos o los locos.

Las verdaderas revoluciones no se hacen en los cubículos del poder, sino en la impotencia del cambio y la inadaptación personal.

Y, como terminan su canción Rage Against the Machine:

"It has to start somewhere
It has to start sometime
What better place than here
What better time than now
All hell can't stop us now"

martes, 15 de abril de 2008

wake me up when september ends

Es muy raro que uno pueda tener problemas de tiempo, dinero, amor... Lo normal es tener problemas de falta de tiempo, de dinero o de lo que sea. Este es el engaño esencial de los economistas liberales y neoliberales. Dicen que la economía trata del reparto de la riqueza, cuando en realidad es la ideología del reparto de la pobreza.

Y yo, entre otros, llevo una temporada con problemas de falta de tiempo. No porque las horas del día se hayan reducido, ni porque los minutos se hayan devaluado y ahora valgan cuarenta segundos. Parece que, además del sueño, side effect de mis pastillas, mis actividades se han multiplicado.

El sábado, en una pausa entre "mandados", entré en una librería y compré dos libros: Una recopilatoria de Cartier Bresson, y otra de Ed Fox (ojo con este vínculo, no apto para menores ni remilgados). Hoy es martes y todavia no he tenido el tiempo ni la ocasión para abrir los libros y sumergirme en las imágenes de uno de los clásicos más clásicos de la fotografía, ni en las del perturbador pornografo fetichista.

Usar un libro de fotografía requiere su tiempo. No puede uno ir pasando las páginas sencillamente viendo imágenes. Hay que observar, analizar, pensar en el por qué y en el cómo de las imágenes. ¿Por qué eligió Cartier Bresson una apertura pequeña y una profundidad de campo mayor en una imagen? ¿Qué es lo que hay en ese fondo nítido que Cartier quería que apreciásemos? ¿Cómo ha obtenido los contrastes en ese blanco y negro? ¿Ha usado un filtro amarillo, rojo o naranja para obtener ese cielo?

Por supuesto, el libro de Ed Fox puede ser incluso más complicado de utilizar. La temática de sus fotos, el carácter MUY explícito de una parte de ellas puede distraernos del aspecto puramente fotográfico. Porque Fox no es un simple fotógrafo pornografico, es un fotógrafo artístico que ha tenido una inclinación especial por un tema muy concreto. Es, en una cierta forma, una especie de Mapplethorpe hetero, con alguna fijación compartida (¿heredada?) con Araki (ojo tambien con este vínculo ;D). Con una simple ojeada parece evidente que Fox no deja nada al azar, que la preparación de sus fotos es precisa, perfeccionista, que consigue que la realidad que fotografía sea exactamente aquella que tenía en su cabeza antes de comenzar la sesión. Pero... Esto es una impresión hojeando, casi dejando deslizarse entre los dedos las páginas del tomo, como una realidad entrevista, una impresión a primera vista, que puede tener una fiabilidad semejante a la de los "amores a primera vista", que rara vez soportan el despertar sin maquillaje.

NECESITO TIEMPO

Claro que necesito tantas cosas que ya debería empear a pensar más en lo que tengo que en lo que me falta. O a priorizar necesidades.

viernes, 11 de abril de 2008

¿Géneros? (Para Úrsula)

Me preguntas si sé que existen más de dos géneros. Y la respuesta no es nada sencilla.

Sé que hay géneros y subgeneros, que hay masculinidades dominantes, subordinadas... Y sé que desde el movimiento de Gays, Lesbianas, Transsexuales y Asexuales se reclama el reconocimiento de terceros, cuartos y quintos géneros.

Pero también sé que el género es un concepto antropológico que recoge las imposiciones culturales, no biológicas, vinculadas en el universo simbólico de un grupo humano a la atribución de la persona a un sexo determinado.

Fíjate que digo "atribución a un sexo determinado" porque en algunos grupos determinadas mujeres pueen llegar a tener atribuido socialmente el sexo masculino y ser maridos de sus esposas y padres de los hijos que sus esposas lleguen a tener. O porque en la India existe un tercer grupo sexual formado por hombres voluntariamente castrados que ni son considerados hombres, ni son considerados mujeres.

Lo importante, Úrsula, es que la clasificación de las personas por género implica la imposición social de un rol, de un comportamiento esperado y considerado como correcto. Y la reivindicación de un tercer género (o un cuarto o quinto) no contribuye ni a la igualdad ni a la libertad, sino al contrario. Supone la formulación de una serie limitada comportamientos socialmente aceptados para un determinado grupo social.

Creo, Úrsula, que lo deseable no es que reconozcamos tres, cuatro, dieciocho géneros, sino que consigamos aceptar que cada persona tiene derecho a ser como es, a comportarse como su propia conciencia le dicte, a que no se presuponga que, por haber sido encasillada en el cajón de los machos, las hembras, los gays, las lesbianas... debe actuar conforme a un guión preestablecido. En definitiva, que todo comportamiento es socialmente aceptable siempre que no se dañe voluntaria o imprudentemente a los demás. Que ninguna norma social ajena a los principios de beneficencia y no maleficencia coarte el derecho al libre desarrollo de la personalidad de cada cual.

Y, reconozco Úrsula, que no es tarea fácil. No ya socialmente, sino siquiera individualmente. Porque cuando queremos, o cuando creemos querer, a alguien normalmente deseamos que se ajuste en su forma de ser y de comportarse a lo que nosotros esperamos del otro. Cuando amamos, generamos roles, adoptamos roles, nos adaptamos y queremos que el otro se adapte.

Y no es nada fácil asumir que el otro no quiera ser y actuar conforme al rol que le hemos asignado, ni nos es sencillo sustituir el rol que nos hemos atribuido por el que el otro desea que adoptemos.

Pero, muchas veces, lo más difícil de todo es asumir el fracaso, asumir el error sin culpar al otro por no ser y actuar conforme al guión que le habíamos escrito. Y reaccionar, liberándonos de roles, o reconociendo la incompatibilidad entre la realidad recién descubierta y la que creemos que pudiera darnos ese poquito de felicidad que tenemos el derecho a desear y a esperar en nuestras relaciones.

Por eso, Úrsula, tantas veces ni nos entenemos, ni nos entienden y oscilamos entre una desespetanza destructiva, una ilusión de prestidigitador, los miedos, las responsabilidades, la angustia y una felicidad que no sabemos si es un trocito real de una estrella fugaz o una baratija de todo a cien.

Sé, Úrsula, que pueden existir más de dos géneros, que pueden existir decenas de géneros. Más aún, que pueden existir miles de roles combinados género/raza/clase/nacionalidad/residencia/religión... que intentan controlarnos y reducir la diversidad social a algo manejable, dominable, tiranizable, a la variedad de la "carta" de la hamburguesería de la esquina.

Pero aspiro, utópicamente si quieres, a la desaparición de roles, al reconocimiento del derecho a ser persona sin adjetivo, sin clasificación, sin código de barras. Al reconocimiento, en conclusión, del derecho a que nadie espere de mí (ni de nadie) que sea, me comporte, sienta o piense de una forma determinada.

Reivindico, hija mía, mi derecho a quererte incondicionalmente y por ser tú, ya no porque seas mi hija, mi derecho a no sentirme decepcionado porque seas como quieras ser y te comportes como te quieras comportar. Reivindico mi obligación de no imponerte ningún rol, de no escribir ningún guión para tu vida.

Reclamo mi derecho a no esperar de tí más que una cosa: Que obtengas de tu vida, a tu manera, toda la felicidad posible.

jueves, 10 de abril de 2008

Zarzal es la memoria

"Pollice verso". Uno de los poemas de José Martí poco conocidos, porque nadie le puso música y lo grabó en un disco. En las antípodas de aquel otro de "yo soy un hombre sincero/de donde crece la palma", casi tan famoso como el himno de Asturias.

"(...)Y aún me aterro
De ver con el recuerdo lo que he visto
Una vez con mis ojos. Y espantado,
¡Póngome en pie, cual a emprender la fuga!
¡Recuerdos hay que queman la memoria!
¡Zarzal es la memoria; mas la mía
Es un cesto de llamas! A su lumbre
El porvenir de mi nación preveo.
Y lloro. Hay leyes en la mente, leyes
Cual las del río, el mar, la piedra, el astro,
Asperas y fatales: ese almendro
Que con su rama oscura en flor sombrea
Mi alta ventana, viene de semilla
De almendro; y ese rico globo de oro
De dulce y perfumoso jugo lleno
Que en blanca fuente una niñuela cara,
Flor del destierro, cándida me brinda,
Naranja es, y vino de naranjo.
Y el suelo triste en que se siembran lágrimas,
Dará árbol de lágrimas. (...)"

Recuerdos hay que queman la memoria.

Y, de momento, la neurociencia no ha encontrado el método para extirpar esos recuerdos que queman y dejar sólo los gozosos recuerdos de los tiempos felices. Como mucho nos tratan las quemaduras con antidepresivos, tranquilizantes, ansiolíticos, somniferos. O nos meten el hierro candente en la quemadura y nos hacen hablar, analizar, revivir...

Pero nadie nos explica cómo se pueden trazar líneas que dividan la memoria y el sentimiento en dos: el tiempo de la memoria ardiente y el presente desmemoriado. No se nos enseña a desvincular a quien pegó la antorcha a la zarza y percibirlo como un ser angélico y benéfico. No nos entregan la fórmula mágica para recuperar la confianza en quien roció la zarza de queroseno y convencernos de que lo que ahora aplican es una pomada para quemaduras.

Ese camino cada cual lo ha de enfrentar como buenamente pueda. Y habrá quien se dé media vuelta y decida que el resultado no merece correr el riesgo. Habrá quien intente tomar atajos y reprima sentimiento y razón. Y habrá quien lo recorra, como en la canción de Lou Reed, "like a child staring at her feet", con tropezones y pasos atrás, con incertidumbre, inseguridad y, en ocasiones, desesperación.

Porque nadie garantiza que al final del camino espere ninguna recompensa porque:
"(...)No es la vida
Copa de mago que el capricho torna
En hiel para los míseros, y en férvido
Tokay para el feliz. (...)"

Y sí, como Martí sentencia en su "banquete de tiranos", hay en el mundo dos tipos de personas

"Hay una raza vil de hombres tenaces
De sí propios inflados, y hechos todos,
Todos del pelo al pie, de garra y diente;
Y hay otros, como flor, que al viento exhalan
En el amor del hombre su perfume.
Como en el bosque hay tórtolas y fieras
Y plantas insectívoras y puras
Sensitiva y clavel en los jardines.
De alma de hombres de unos se alimentan:
Los otros su alma dan a que se nutran
Y perfumen su diente los glotones,
Tal como el hierro frío en las entrañas
De la virgen que mata se calienta.(...)"

Si tiene razón Martí... Entonces uno no puede evitar pertenecer a la raza de los crédulos que prefieren entregar esa alma en la que no creemos para garantizar el sustento de los glotones.

El economista está desnudo

La vida te da sorpresas, que decía el borracho de Pedro Navaja.

Años leyendo las versiones americana y española de Scientific American y, un buen día, uno recibe un correo de la lista de URPE (Union for radical political economics) recomendando un artículo que a uno se le había pasado. Entre otras cosas, porque después de leer al escéptico oficial de SCIAM fustigar como "pseudociencia" a todos los que no comparten la visión dominante de la teoría económica, lo último que esperaba es que la dirección de la revista publicase lo que el pomposo escéptico, que lo mismo critica una teoría pseudofísica que una teoría económica o política, no dudaría en calificar de "pseudociencia".

Y sí. SCIAM se ha atrevido a publicar un artículo "The economist has no clothes", paráfrasis de la versión inglesa del cuento del traje nuevo del emperador, en el que se pone sobre la mesa abiertamente la falta de solidez científica de los "mainstream economists".

Que nadie espere demasiado de un artículo breve. Hay libros a cientos que desarrollan y justifican líneas de investigación y teorización distintas a la de la economía neoclásica.

Pero que se ponga sobre el tapete la falta de base científica (o incluso el desfase de las teorías físicas de las que se calcaron las bases matemáticas universalmente utilizadas) de las premisas básicas de la economía neoclásica en una revistacomo SCIAM no deja de ser una grata sorpresa.

miércoles, 9 de abril de 2008

¿Para qué sirve un blog?

Esta nueva cultura social a veces resulta un poco desconcertante. Antes el universo simbólico de los grupos sociales evolucionaba poco a poco, con pequeños conflictos generacionales que se terminaban resolviendo como un compromiso entre el conformismo del envejecimiento y minúsculos cambios acumulativos. Pero en estos tiempos locos vivimos revoluciones culturales, conflictos generacionales en los que el mercado, y por tanto los gobiernos, toman partido por quienes tienen una mayor capacidad de compra irreflexiva.

Abro mi blog y no dejo de preguntarme para qué. Porque supongo que esto no es como llevar un diario como los que se solían llevar, con su candado para garantizar la privacidad, y repartir copias de la llave a todo el que pase a nuestro lado.

Alguna diferencia debe haber entre un blog y un diario.

Y supongo que un blog tiende a ser como las plumas del ave del paraíso: un colgajo que pretende llamar la atención sobre aquello que queremos aparentar, una forma de autopropaganda en la que, al final, lo menos importante es la veracidad, la sinceridad, el sentimiento y lo fundamental es ese pavoneo de ave en busca de la admiración de los demás.

Claro que hoy podrían reescribirse los versos de Ángel González a un poeta joven y decir algo parecido a: "gracias a tu blog, tu estupidez, celebrada hasta el momento por un reducido grupo de iniciados, es ahora pública y notoria".

He creado un blog en blogger y tendré que asumir el riesgo de que a mí mismo se me pueda aplicar esa paráfrasis.

Aunque haya abierto un blog para luchar contra la fragilidad de la memoria, contra la imaginativa memoria que transforma la historia, los hechos, las frases, las relaciones; que cambia la realidad inevitablemente, que crea tantas versiones de un momento como relatos hacemos del mismo, borrando detalles y creando otros nuevos para llenar el espacio.

La memoria tiene un profundo pavor vacui, completa todos los huecos, completa incluso aquellas partes de la realiad que nunca conocimos y nos hace afirmar, con una seguridad tan absoluta que defenderíamos nuestra "verdad" incluso con la vida (de los demás, por supuesto).

Abro mi blog para desmentir a mi memoria. Porque ha llegado un momento en el que creo todavía menos en muchos de mis recuerdos que en cualquiera de las religiones establecidas o por establecer.

Este es un blog contra el olvido y contra las mentiras del recuerdo.

martes, 8 de abril de 2008

¿Por qué en blogspot?

Después de crear unos cuantos blogs en mis propios dominios con varios programas diferentes, he comprobado que mantener un blog administrado por uno mismo requiere demasiada dedicación. No es tan simple como ir introduciendo entradas y dándoles el visto bueno.

Hoy pululan por la red montones de supuestos hackers para los que la más humilde de las páginas puede convertirse en objetivo. Y ya no con el espíritu cooperativo de antaño, ayudando a detectar vulnerabilidades, sino como una especie de diversión perversa, cuando no como un medio de extorsión descarada. Hoy, por desgracia, si uno pasa una semana sin mirar su blog puede encontrarse incluido en la lista de páginas peligrosas de google, o encontrar un centenar de comentarios que publiciten desde la cerámica inglesa (escasos) a páginas teóricamente pornográficas diseñadas para despojar al incauto de todos sus datos financieros.

Hoy es más difícil mantenerse en la Red. Hoy es casi imposible mantener la independencia en la Red.

Por seguridad, y por no entrar en mis posibilidades pagar un experto en seguridad que me mantenga mis páginas libres de peligro, me mudo a blogspot.