miércoles, 9 de abril de 2008

¿Para qué sirve un blog?

Esta nueva cultura social a veces resulta un poco desconcertante. Antes el universo simbólico de los grupos sociales evolucionaba poco a poco, con pequeños conflictos generacionales que se terminaban resolviendo como un compromiso entre el conformismo del envejecimiento y minúsculos cambios acumulativos. Pero en estos tiempos locos vivimos revoluciones culturales, conflictos generacionales en los que el mercado, y por tanto los gobiernos, toman partido por quienes tienen una mayor capacidad de compra irreflexiva.

Abro mi blog y no dejo de preguntarme para qué. Porque supongo que esto no es como llevar un diario como los que se solían llevar, con su candado para garantizar la privacidad, y repartir copias de la llave a todo el que pase a nuestro lado.

Alguna diferencia debe haber entre un blog y un diario.

Y supongo que un blog tiende a ser como las plumas del ave del paraíso: un colgajo que pretende llamar la atención sobre aquello que queremos aparentar, una forma de autopropaganda en la que, al final, lo menos importante es la veracidad, la sinceridad, el sentimiento y lo fundamental es ese pavoneo de ave en busca de la admiración de los demás.

Claro que hoy podrían reescribirse los versos de Ángel González a un poeta joven y decir algo parecido a: "gracias a tu blog, tu estupidez, celebrada hasta el momento por un reducido grupo de iniciados, es ahora pública y notoria".

He creado un blog en blogger y tendré que asumir el riesgo de que a mí mismo se me pueda aplicar esa paráfrasis.

Aunque haya abierto un blog para luchar contra la fragilidad de la memoria, contra la imaginativa memoria que transforma la historia, los hechos, las frases, las relaciones; que cambia la realidad inevitablemente, que crea tantas versiones de un momento como relatos hacemos del mismo, borrando detalles y creando otros nuevos para llenar el espacio.

La memoria tiene un profundo pavor vacui, completa todos los huecos, completa incluso aquellas partes de la realiad que nunca conocimos y nos hace afirmar, con una seguridad tan absoluta que defenderíamos nuestra "verdad" incluso con la vida (de los demás, por supuesto).

Abro mi blog para desmentir a mi memoria. Porque ha llegado un momento en el que creo todavía menos en muchos de mis recuerdos que en cualquiera de las religiones establecidas o por establecer.

Este es un blog contra el olvido y contra las mentiras del recuerdo.

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