jueves, 10 de abril de 2008

El economista está desnudo

La vida te da sorpresas, que decía el borracho de Pedro Navaja.

Años leyendo las versiones americana y española de Scientific American y, un buen día, uno recibe un correo de la lista de URPE (Union for radical political economics) recomendando un artículo que a uno se le había pasado. Entre otras cosas, porque después de leer al escéptico oficial de SCIAM fustigar como "pseudociencia" a todos los que no comparten la visión dominante de la teoría económica, lo último que esperaba es que la dirección de la revista publicase lo que el pomposo escéptico, que lo mismo critica una teoría pseudofísica que una teoría económica o política, no dudaría en calificar de "pseudociencia".

Y sí. SCIAM se ha atrevido a publicar un artículo "The economist has no clothes", paráfrasis de la versión inglesa del cuento del traje nuevo del emperador, en el que se pone sobre la mesa abiertamente la falta de solidez científica de los "mainstream economists".

Que nadie espere demasiado de un artículo breve. Hay libros a cientos que desarrollan y justifican líneas de investigación y teorización distintas a la de la economía neoclásica.

Pero que se ponga sobre el tapete la falta de base científica (o incluso el desfase de las teorías físicas de las que se calcaron las bases matemáticas universalmente utilizadas) de las premisas básicas de la economía neoclásica en una revistacomo SCIAM no deja de ser una grata sorpresa.

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